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Jesica Cirio

Domingo, 28 Enero, 2007

Jesica Cirio

 

Un iceberg… esperando el Titanic…

Visitá el sitio oficial de Jesica Cirio. Y si, la nena no es tonta, tiene su propia página Web para seguir facturando.

 

Nicotína

Jueves, 25 Enero, 2007

 

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El Deseo: el motor de la vida

Jueves, 25 Enero, 2007

Para casi todos, los deseos son la fuerza que nos impulsa a vivir. La búsqueda de su satisfacción es lo que le da sentido a nuestra vida y son parte de la naturaleza humana. Nadie vive sin deseos.

Las personalidades melancólicas sostienen que si no deseamos nada, no hay peligro de sufrir decepciones. Obviamente, tampoco corren el riesgo de alcanzar sus sueños y ser felices. El que desea, casi siempre juega a ganar. Ahora, cuanto más difícil de torna la satisfacción del deseo, más fuerte se vuelve el anhelo de lograrlo.

A mayor dificultad, más deseo. Eso lo sabemos todos en carne propia. “Dime que no… y me tendrás pensando todo el día en tí” dice Arjona.

Y los deseos y los sueños son casi lo mismo… ¿o no? Cuando queremos con todas nuestras fuerzas algo realmente importante, algo que trascienda el momento y la satisfacción instantánea, aparecen los sueños.

Pero la palabra “sueño” tiene la connotación de algo inalcanzable. Y nadie tiene un genio de esos que salen de la lámpara para cumplir las tres cosas que más queremos. Tampoco hay muchas posibilidades de que se nos cumpla aquello que pedimos al soplar las velitas de una torta de cumpleaños, o al ver una estrella fugaz cayendo del cielo.

Sin embrago, todos disponemos de algo concreto y real que se llama energía, fuerza, voluntad, poder o atrevimiento, para ir a pelear por el cumplimiento de algún deseo que le dé sentido a nuestra vida.

Ya hemos hablado de la inexistencia de la mala suerte y de la certeza de algunas actitudes de resignación y de conformismo que justifican la inconsistencia del verdadero deseo, o el desconocimiento de lo que realmente queremos.

“No es el momento”, “No tengo suerte”, “No puedo correr riesgos”, “Nada me sale bien” son excusas muy taquilleras para quedarse en el lugar del conformismo –obviamente- sin hacerse cargo de ello.

La satisfacción de un deseo no depende del azar. O al menos, no siempre. En la mayor parte de nuestra vida estará en manos de la energía que pongamos en marcha en el momento en que descubrimos lo que queremos, lo que deseamos, lo que nos gustaría que nos pase.

Alguna vez un psicólogo me dijo que es importantísimo tener en claro el “para qué” de las cosas. Porque una vez que sepamos qué haríamos en caso de que el deseo se haga realidad, entonces tendríamos más fuerza, convicción e inteligencia para materializarlo.

Dicen además que los deseos deben ser concretos. En lugar de desear “ser felices” deberíamos buscar puntualmente las cosas que nos podrían producir felicidad e ir en busca de ellas, claramente. En lugar de desear que se resuelvan nuestros problemas, tal vez habría que descomponer el deseo –como los problemas de matemáticas del colegio- y buscar puntualmente la resolución de cada tema en particular.

Como en casi todo, saber lo que realmente queremos es siempre lo más difícil. Y buscar la satisfacción de nuestros deseos, sin dejar heridos en el camino, sin evadir responsabilidades y haciéndonos cargo del trabajo que implica tomar las riendas del futuro y no dejarlo en manos del azar, de la suerte o del destino…es un trabajo de toda la vida.

por María Isabel Sánchez

 

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Nena… como podés tener esa cola

Jueves, 25 Enero, 2007


Provocación pura…

Cómo ganar amigos…

Jueves, 25 Enero, 2007

“Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” es un libro que se convirtió en best seller ni bien ingresó en las librerías. Lleva vendidos más de 20 millones de ejemplares en 112 ediciones en 36 idiomas a lo largo del globo, permaneció 10 años en la lista de más vendidos de The New York Times y tras 70 años de publicado, continúa siendo en la Argentina también, uno de los libros más buscados (en el país vendió 2 millones de unidades).

Su autor fue un escritor estadounidense, Dale Carnegie, quien cansado de no hallar soluciones sobre la temática del arte del convencimiento y de la influencia, las exploró por su propia cuenta editando en 1936 el libro que cambiaría la historia de la “influencia” para siempre y que inauguraría el rubro literario más popular de todos los tiempos: el de autoayuda.

“Carnegie fue un visionario, un gurú que intentó buscar sus propias respuestas a problemas del arte discursivo, de las relaciones interpersonales. Investigó, visitó gente. Le llevó 5 años juntar la información para escribir el libro”.

Qué dice el libro

La obra se estructura en cuatro grandes apartados, luego de la explicación de los 8 objetivos que busca el libro y de las 9 sugerencias para sacar de él un mayor beneficio. Entre los objetivos sitúa: salir de una rutina mental, concebir nuevas ideas, adquirir nuevas visiones, descubrir nuevas ambiciones, hacer amigos rápida y fácilmente, aumentar la influencia, el prestigio, lograr que los demás piensen como uno, entre otros.

1) La primera parte trata acerca de las 3 técnicas fundamentales para tratar con el prójimo: no criticar, condenar o quejarse; demostrar aprecio por el otro honrado y sincero; y finalmente, despertar en los demás un deseo vehemente.

2) Luego, expone las 6 maneras de agradar a los demás: interesarse sinceramente por los demás; sonreir; recordar el nombre de las personas; ser un buen oyente y animar a los demás a hablar bien de sí mismos; hablar siempre de lo que le interese a los demás; y hacer que la otra persona se sienta importante y hacerlo sinceramente.

3) En tercer lugar propone 12 “reglas” para que “los demás piensen como usted”. Algunas son: ‘La única forma de salir ganando en una discusión es evitándola’; ‘Demuestre respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga a una persona que está equivocada’; ‘Si usted está equivocado, admítalo rápida y enfáticamente’; ‘Permita que la otra persona sea quien hable más’; ‘Permita que la otra persona sienta que la idea es de ella’; ‘Apele a los motivos más nobles’, etc.

4) La última parte indica: “Sea un líder. Cómo cambiar a los demás sin ofenderlos ni despertar resentimientos”. Dice: “El trabajo de un líder consiste, entre otras cosas, en cambiar la actitud y conducta de su gente. Algunas sugerencias para lograrlo: ‘Empiece con el elogio y aprecio sincero’; ‘Llame la atención sobre los errores de los demás indirectamente’; ‘Hable de sus propios errores antes de criticar los de los demás’; ‘Haga preguntas en vez de dar órdenes’; ‘Aliente a la otra persona, haga que los errores parezcan fáciles de corregir’”, entre otros.

 

Nietzsche : su mejor máxima

Miércoles, 24 Enero, 2007

“Llega a ser quién eres”


Friedrich Nietzsche (1844-1900)
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Cómo superar la Monoitis

Lunes, 22 Enero, 2007

Monoitis es un término utilizado en el mundo de la seducción para describir la obsesión irracional que un hombre tiene por una chica en particular. La mayor parte de los hombres han sufrido en algún periodo de su vida esta obsesión. Suele ser más común en la adolescencia pero, para algunas personas, supone un patrón recurrente a lo largo de toda su vida.

La monoitis reduce considerablemente el atractivo del hombre que la padece. Las mujeres no encuentran nada atractivos los comportamientos de sumisión e inseguridad que suele llevar consigo la monoitis. Por ello, a medida que el hombre se entrega más y más a su “amada”, ésta le encontrará menos atractivo y disminuirán sus posibilidades de seducir a la chica. La conducta posesiva y el exceso de celos, fruto también de esta obsesión, perjudicarán igualmente las posibilidades de éxito del afectado.

Esto no quiere decir que no pueda existir el amor verdadero. Es totalmente factible que queramos tener una relación monógama con una chica en particular. Sin embargo, esta relación siempre estará basada en la reciprocidad y la compatibilidad de caracteres.

La monoitis por el contrario es causada principalmente por:

Idealizar a la mujer. La belleza femenina puede ser cegadora y hacer que no veamos los defectos de la persona. En consecuencia, la ponemos en un altar y nada de lo que haga nos hará cambiar de opinión.

Falta de opciones. La falta de habilidades seductoras o el no conocer otras chicas nos deja sin opciones. Por ello, sentimos que si dejamos escapar a la chica en cuestión nos quedaremos solos. Si un hombre pudiera salir con las chicas atractivas que quisiera nunca padecería monoitis.

La pregunta es… Cómo podemos combatir la monoitis y asegurarnos que no nos pasa? Uno de los remedios más populares es el ideado por Mystery: “Si te ves obsesionado con cualquier chica en particular, acuéstate con diez mujeres y vuelve a reflexionar sobre tus sentimientos por esa chica”.
Este método, aunque efectivo, nos parece bastante radical y puede ser demasiado ambicioso para una persona que se acaba de iniciar en el estudio de la seducción.

Por ello, proponemos otros remedios que podés aplicar desde el primer día y te protegerán de padecer monoítis:

No idealices. Acostúmbrate a ver más allá de la belleza física. Las chicas “muy buenas” son humanas y tienen tantos defectos como cualquier otra persona.

Trata a las mujeres como tratarías a tus amigos. No te acostumbres a perdonar a una mujer comportamientos que no consentirías en tus amigos. Tus principios de lo que es aceptable o no deben ser únicos y no depender de la persona con la que trates.

Conoce a más chicas. Las relaciones hombre-mujer funcionan como un sistema de oferta y demanda. Si estás en un entorno como pocas chicas, seguramente éstas estarán sobrevaloradas y te será dificil triunfar. Adapta tus hábitos para poder conocer a más chicas en tu día a día. Apúntate a clases de yoga, baile o incluso cocina. Entabla amistad con chicas. No sólo te ayudarán a comprender la psicología femenina sino que también te permitirá conocer a sus amigas.

Mejora tus habilidades seductoras. Da igual que conozcas a todas las chicas del mundo, de nada servirá si no eres capaz de que se sientan atraidas por ti. Aplícate en tu estudio de la seducción y multiplicarás tus opciones. Cuando domines el tema, estáte seguro que cuando te enamores de alguien, será porque la persona realmente merece la pena y no una pura obsesión perjudicial para ti.

 

Fuente : Blog El Gran Seductor

 

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Complejo de inferioridad

Viernes, 19 Enero, 2007

“Existen individuos orgullosos, que, para cultivar el sentimiento de su dignidad y de su importancia, necesitan de otros individuos a los que puedan tratar con dureza y dominar, de personas cuya impotencia y cobardía permiten que cualquiera se pavonee ante ellos haciendo gestos sublimes y furiosos.
 Tales individuos, ya sean hombres o mujeres, necesitan que quienes le rodean sean muy poca cosa, con la finalidad de que ellos puedan elevarse durante un instante por encima de su bajeza. Para ello hay quien precisa de un perro, otro de un amigo, y por último en casos excepcionales, hay quien necesita de toda una época.”

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

¿Cómo piensa un ejecutivo exitoso?

Jueves, 18 Enero, 2007

Los ejecutivos son piezas clave de las corporaciones de nuestro tiempo. ¿Qué habilidades necesitan para desempeñarse con éxito? Según un artículo de Harvard, el pensamiento del buen ejecutivo debe girar en torno a tres ejes.

El puesto del ejecutivo suele ser codiciado dentro de las organizaciones por su responsabilidad y poder de decisión. Pero para alcanzarlo (y mantenerse en él), se requieren cualidades muy precisas.

Según el artículo The Executive Mindset de Harvard Business School, un ejecutivo exitoso piensa en torno a tres ejes:

1) Pensamiento vertical

En general, quienes llegan a puestos gerenciales han ascendido desde abajo, tras acumular experiencia en todos los niveles de la organización. El gerente ha vivido “en carne propia” las aspiraciones, metas y preocupaciones de los trabajadores que ahora dirige. Y debe tenerlas muy en cuenta en sus decisiones.

La tarea del ejecutivo no consiste en realizar los trabajos operativos sino en guiar a sus colaboradores en la búsqueda de maneras de mejorar el desempeño. El buen ejecutivo contrata a la gente correcta y formula las preguntas correctas para que los trabajadores encuentren las respuestas.

2) Pensamiento horizontal

El buen ejecutivo no se preocupa únicamente por obtener buenos resultados dentro de su departamento sino que comprende las interacciones entre las distintas unidades de negocios que contribuyen a los resultados globales de la organización.

La capacidad de tener una visión global, advierte el estudio de Harvard, debe ser muy valorada a la hora de elegir una persona para un puesto ejecutivo. En el sector bancario, algunas personas con doctorados en Finanzas alcanzan rápidamente posiciones de mando aunque carecen de las habilidades necesarias. Es cierto, el conocimiento específico es importante. ¿Cómo podría una persona sin formación en finanzas ser CFO de una corporación?

Sin embargo, el ejecutivo exitoso se destaca por una visión global que excede los límites de su departamento y alcanza los intereses globales de la corporación. El CFO sabe que una medida que mejoraría la performance financiera de la empresa puede ser perjudicial para el departamento de Marketing. Y tiene en cuenta esta restricción dentro de su decisión.

3) Perspectiva temporal

Por último, advierte el estudio de Harvard, el buen ejecutivo tiene la capacidad de tomar decisiones críticas en poco tiempo. Y, como si fuera poco, en estas decisiones debe conciliar corto, largo y mediano plazo.

 


 
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